viernes, 24 de abril de 2009

Inclusión: ¿qué cambiarías?

Lo primero que hemos hecho al empezar la clase ha sido pensar que prácticas son las que deberían modificarse en el aula para la educación inclusiva. Hemos estado reflexionando cada uno nuestras ideas, las hemos escrito en un papel y luego las hemos debatido entre toda la clase.

Yo creo que las prácticas que tienen que cambiar, que tenemos que ser nosotros los que las vayamos modificando en nuestras aulas, son por ejemplo, que el profesor se prepare las clases siguiendo el currículo, pero que adapte las actividades, contenidos y objetivos a cada alumno.

Esto me parece imprescindible. No podemos querer la inclusión con los libros de texto. Un libro de texto está hecho como modelo, pero no está hecho para ningún niño en concreto, y muchísimo menos para los que están en nuestra aula. Nosotros, como profesores, tenemos que ver cómo aprenden, su nivel y estilo de aprendizaje, lo que les motiva... y a partir de ahí proponerles actividades que les resulten significativas.

Otra cosa que pienso que deberíamos cambiar, pero que no está tanto en nuestra mano, es que las clases sean más pequeñas. ¿Cómo vamos a hacer 30 unidades didácticas adaptadas? Sería una gran locura hacer todo eso y si lo hiciéramos, ¿podríamos atender a todos como se merecen? Creo que la respuesta es muy clara, no. Es muy difícil en una clase heterogénea, como son todas, dedicarse a todos los alumnos individualmente. Sería lo mejor, pero con tantos no se puede.

También se ha hablado en clase de que las clases tienen que se más flexibles, tanto en currículo como en mobiliario. Respecto a este último me gustaría decir que hay que cambiar la forma en las que suelen estar las mesas colocadas. Una clase nunca debería estar colocada con todas las mesas y sillas mirando para la mesa del profesor y la pizarra. Ese modelo es muy poco beneficioso, supone que las clases sean más magistrales, pues estás predispuesto a ello. En un aula inclusiva, desde mi punto de vista, es necesario que los alumnos colaboren entre ellos, y deberían estar colocados de otra manera para que pudieran hacerlo.

Me gusta la educación inclusiva, lo poco que conozco de ella, porque creo que fomenta la participación de los niños en su aprendizaje. Hoy hemos dado un poco de teoría acerca de esto y una de las frases que me ha llamado la atención ha sido: “El profesor tiene que estar a gusto para enseñar a gusto”
Creo que es verdad, un profesor que está cómodo en el aula, como cualquier persona en cualquier ámbito de su vida, cuanto mejor se siente más ganas de trabajar tiene. El estar a gusto motiva a la gente a continuar su tarea, y a intentar mejorar para dar todo lo que se merecen las personas que van a recibir lo que él da.

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