martes, 24 de febrero de 2009

¿Elaborar un dictamen o una etiqueta?

El proceso de escolarización de un niño que tiene una necesidad educativa especial comienza cuando este alumno tiene un dictamen de escolarización que le etiqueta como tal. El dictamen tiene que ser elaborado por el EOEP (Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica) o por el DO (Departamento de Orientación)

Para realizar ese dictamen hay que realizar una evaluación psicopedagógica, que es un proceso de recogida, análisis y valoración de la información relevante sobre los distintos elementos que intervienen e el proceso de E-A. Evalúan el nivel de competencia curricular del niño. Además de todos estos datos, se recoge la información del alumno, de su contexto escolar y familiar.

El dictamen es lo que determina si el alumno tiene necesidades educativas especiales. Los padres son lo que tienen que autorizar que se realice esa evaluación. Se deben hacer revisiones de la evaluación periódicamente, suelen ser al pasar de etapa.

Este es el proceso que hemos visto hoy en clase que tienen que seguir los niños que presentan dificultades de aprendizaje. No se muy bien hasta que punto son buenas estas etiquetas, ¿realmente son necesarias?

Yo no estoy segura de que esto sea así. No creo que el problema esté en que esos niños tengan una capacidad menor que el resto y les cueste más aprender, que puede que sea así, pero yo pienso que quizás el problema lo tengamos nosotros, los profesores en no saber adecuarnos a lo que ellos nos piden. Vamos siempre a la mayoría, pero la mayoría no son todos, y nosotros tenemos que buscar la mejor manera para enseñarles a TODOS.

¿Necesitamos que nos digan que un niño tiene un CI inferior a la media? ¿O nos vamos a dar cuenta nosotros cuando estemos trabajando con él? Si somos nosotros, los maestros, los que estamos todo el día con él, los que le vemos que le cuesta más asimilar la información, los que tenemos que luchar porque aprenda... ¿qué más da lo que nos digan que es? Nosotros tendremos que seguir tratándole como antes, tendremos que buscar la manera de que le motive el aprendizaje, tendremos que proponerle nuevas tareas y actividades para encontrar las que más le conviene... tendremos que adaptarle las cosas, solamente eso. Adaptar a sus necesidades. Si, puede que sean diferentes, pero creo que ningún niño va a tener las mismas necesidades que sus compañeros, por muy normal que sea.

Como veis no estoy muy de acuerdo con el tema de las etiquetas. Cuando se le etiqueta a un niño deja de ser el niño por el que te tienes que esforzar para que consiga las cosas, porque como es no se qué, pues ya nunca va a llegar... Estoy segura que a la mayoría de los niños que se les pone una etiqueta así, se les quitan un montón de oportunidades sin darnos cuenta.

En algunos casos también se las dan, pero en otras muchas se las quitan. Se las dan porque cuando se descubre que el niño que no hacía caso en clase era por X pues se le intenta tratar de otra manera. Pero a muchos otros se las quitan y muchas veces si no fuera por los padres, que luchan por sus hijos al máximo, no llegarían a la mitad. Claro que esto, solo lo pueden hacer los padres que tienen un nivel económico más bien alto, porque no tienen problemas en pagarle al niño un profesor de refuerzo en lecto-escritura y otro en matemáticas.

Por todo esto no se si es algo bueno o malo, pero lo que si sé es que hay que tener mucho cuidado en las clases con este tipo de etiquetas, y más cuando se sospecha que puede ser algo y se le pone ya directamente sin hacer una evaluación. Un niño con una etiqueta en clase supone que tanto el profesor como sus compañeros le traten de una manera diferente y ¿no queremos igualdad para todos?

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